Capítulo 1. Cuatrocientos Opúsculos de Terror

 Capítulo 1: La Sinfonía de los Espíritus.

—Las montañas de la locura se extienden más allá de estos valles tenebrosos—el cínico Mario, de cabello ceniciento. Poseía una colección horrorosa de animales exóticos que dominaba con su sangre Daumier—. Odosha, Señor de Toda la Oscuridad, y los descarnados demonios Suamo... que se convierten en animales descompuestos cubiertos de viscosidad negra, y comen personas pérdidas en la espesura.

Eduardo desaparecía ante las tinieblas de la noche, siendo consumido por las llamas impías de la hoguera en la cima del mundo.

—Los indios temen las tierras pobladas de árboles gigantes.

—Viven en estos bosques desde hace más de seis mil años... rodeados de las formaciones geológicas más extrañas del planeta—Mario sonrió, y sus ojos violáceos arrojaron destellos de humo vidrioso—. Estamos postrados sobre uno de los macizos del precámbrico que auguran los restos de un árbol primordial. Puede... que nunca en nuestras vidas nos hayamos encontrado más cerca del cielo... y cuando penetremos en la espesura accidentada: nos adentraremos en el mundo onírico y el inframundo. Los indios nos advirtieron que «ellos» habitan en los bosques donde no alcanza la luz del sol... o la luna.

Sam frunció los labios ante la mueca aterrada del moreno achaparrado llamado Eduardo. Acamparon bajo un firmamento pincelado de estrellas fantasmas y los vacíos del espacio sideral... en una danza cósmica que convertía a la Vía Láctea en un entramado espiral de fragmentos efímeros. Había escuchado de la misteriosa Constelación del Dragón, que aparecía y desaparecía en lo profundo del espacio... y dejaba un vacío crepuscular de tentáculos grotescos. La extraña montaña se extendía a su alrededor con descaro, formando un terreno liso que caía abruptamente en un largo cuadrilátero de farallones al negro vacío nublado. Su semejanza con el tocón fosilizado de un titánico árbol prehistórico... era horrible. Sentía que la comprensión limitada que tenía del mundo... estaba equivocada. En aquel valle accidentado se levantaban aquellos tocones, tan altos como montañas cortadas limpiamente, oblongos macizos de kilómetros de largo. Quizás las historias de Mario Daumier no eran tan descabelladas: existían, o existieron... monstruosidades blasfemas como las descritas en los Libros Malditos de la Creación. Seres descomunales que gobernaron el planeta durante una era caótica... que fueron sellados detrás de las Puertas de Piedra por los horripilantes ángeles y los vengativos dioses del Primigenio, en las cavernas sepulcrales del mundo onírico... antes de la división de los planos y el nombramiento de las estrellas. 

Los árboles retorcidos se elevaron como los centinelas vagabundos de un ejército muerto y petrificado por la maldad supurante del universo. Los cometas cortaban los gases miasmáticos de un cosmos purpúreo... y los cultos orgiásticos bailaban en coros de llamas y ritos paganos. Las cumbres borrascosas se extendían desiguales y monstruosas, y las extrañas formaciones de macizo guayanés conformaban torres babilónicas recortadas limpiamente por hachas benignas. El Culto del Cadejo Negro realizó un tropel de danzas erráticas y salvajes en honor a su deidad extraña y los males encerrados detrás del umbral de los sueños lúcidos. Franchesca Malboro, Bruja de Sangre, esgrimía un farol en medio del círculo de feligreses... y el brazal era rociado con peligrosas cantidades de Hachís y opioides. La hora de los diablos estaba próxima, y las estrellas descendían hasta los cuerpos de los brujos... y los poseían en materia de invocaciones y entidades oscuras. 

Aquellos seres fantasmales habían abandonado el cascarón de carne y hueso para regresar a la sinfonía dionisíaca del río liminal de la muerte... pero algunas veces, cuando los mundos se encontraban a ciertas horas en conjunción con elementos catalizadores... podían esparcir sus conocimientos fragmentados y sus voces sepultadas. Estos engendros receptáculos, materia de espíritus, adquieren matices de comportamiento inusual y hablan con voces etéreas.

Sam contempló el espectáculo macabro a una distancia prudente. Sabía que el amplio séquito temía con devoción al Culto del Cadejo Negro, y sus procesiones poco ortodoxas de paganismo inmortal... Los receptáculos de espíritus bebían infusiones de ayahuasca y hacían regresiones a sus vidas pasadas, resguardados por el dios canino protector del mundo vigil. Las fogatas brillaban en cúmulos sobre el altísimo tepuye, y todos temían a la marea de espíritus que descendían hasta las laderas calumniosas para morar con cánticos y rezos venerables. Mario calló, y se sumergió en cavilaciones sombrías mientras su halcón peregrino sobrevolaba los cielos en círculos concéntricos... El moreno Eduardo destapó una petaca y bebió una peligrosa ingesta de anís con caramelo. Las presencias oscuras que lo rodeaban le inspiraban una desconfianza exacerbada. El Sonetista renegado Douglas Corne d'Or fumaba a intervalos rollos de marihuana y cigarrillos rojos, al borde del farallón... y con la gruesa cicatriz en la comisura izquierda del labio deformando su rostro en un rictus doloroso; el Barón Garmendia, tan callado como impío, parecía una escultura de fauno morboso tallado en mármol negro por un minucioso artista dedicado a retratar los terrores del pasado olvidado; María Montessori, era una difamada doctora peruana que se involucró con las personas equivocadas en su crítica a las corporaciones farmacéuticas, buscada en muchos países y selecta cirujana en sectas secretas y peligrosas de renombre rimbombante como la Cumbre Escarlata; y el más peligroso, el colombiano Mario Daumier, un cazarrecompensas del mundo ignoto con cara de perro rabioso, cabello pálido y vestido con abrigos oscuros para esconder sus cuchillos y utensilios, el cazarrecompensas poseía una colección de tatuajes hechos con Tinta del Ocaso, capaz de replicar el flujo energético y las Proyecciones de los Sonetistas. 

—Jonathan se mataría al enterarse que su viejo amigo trabaja para el malnacido Kausell Courbet—dijo Sam. Eduardo Tunez rio por lo bajo, y volvió a ingerir un trago de su petaca, los contornos de su rostro cambiaban con el reflejo de las llamas—. ¿Qué haces trabajando para el Nigromante y por qué les interesa el Culto del Cadejo Negro?

—Jonathan está muerto—replicó el moreno. Llevaba un rosario al cuello y un pendiente de cruz en su lóbulo derecho—. El Movimiento Revelaciones lo liquidó cuando intentó profanar la biblioteca secreta del Vaticano... Quién sabe qué buscaba nuestro finado exorcista—miró por encima del hombro las posesiones que tomaban lugar en el epicentro del gigantesco macizo—. Y las respuestas de tu contratación, Samuel Wesen... Junto con las de todos ustedes—los señaló con la petaca—. Ya es bien sabida: las profecías de la Bruja de los Sueños revelaron secretos sobre la primera civilización de este planeta. Cientos de miles de años antes de la aparición del hombre... Una época divina donde floreció la magia, la ciencia y la alquimia a niveles que están alejados de nuestra comprensión moderna.

—Una vez tuve un novio obsesionado con las ruinas antiguas—la peruana María Montessori, de ascendencia alemana, rompió su silencio. Vestía un atuendo de enfermería azur oscuro y siempre llevaba un maletín de utensilios médicos—. Era un arqueólogo inglés que afirmaba la existencia de una civilización precursora en el universo: una raza de seres antropomorfos de ojos claros y piel ceniza... Los dioses del oro retratados en incontables leyendas alrededor del mundo. Sus ciudades de porfido cayeron del cielo con una lluvia de cometas. Estos seres fueron una especie desconocida y diferente, con sangre dorada, poderes psíquicos y conocimientos sin precedentes. Hasta... su desaparición misteriosa. Ese malnacido investigó distintas civilizaciones pérdidas en selvas indomitas... hasta que fue asesinado bajo extrañas circunstancias con una fuga de gas en su departamento. La verdad se lo merece... después de todo lo que me hizo...

—¿Qué decía esa bruja?—Mario acarició el halcón que se posó sobre su hombro—. Posiblemente... me paguen el triple que ustedes, y no me he enterado de los detalles.

—«Una ciudad labrada con pilares de ónice en el corazón de un bosque primordial—recitó Eduardo—. Enterrada en un cementerio de árboles gigantes y custodiada por Behemot... Vi la Ciudadela de los Inmortales, y una Puerta de Piedra que conduce a los secretos del universo»—el moreno se sumergía en trances solapadamente. Era bastante vulnerable al desprendimiento material—. Teresa Santa Cruz fue torturada y asesinada cruelmente días después de publicar estas revelaciones al mundo ignoto. Ha pasado un mes, y los cultos más poderosos se han encolerizado para encontrar la tumba de aquellos celestiales y la misteriosa causa de su ausencia. El Culto del Cadejo Negro ha regresado en suficientes vidas pasadas para afirmar que se encuentra en este valle. Perdido... en el crepúsculo donde se encuentran los mundos.

—¿Reencarnación?—María se mostró incrédula—. ¿Qué es un cadejo?

—El Cadejo Negro representa la Vida, habita en muchos mundos, pero recorre el mundo vigil, invisible... para evitar enloquecer a los que se encuentran con él. Se alimenta de las emociones humanas, y es capaz de sembrar el talento en las personas de las que se enamora. Es un protector de la naturaleza y las personas con talento para la creación. Durante las noches sin luna se lo puede invocar para expulsar entidades malignas y celebrar la fertilidad.

Sam tragó saliva, y recordó el titánico perro blanco de ojos rojos que se encontró al borde de la muerte. Y sus profecías funestas... Tenía el pelo y los ojos rojos como la sangre, debido a una mutación cromosómica en la melatonina que heredó de su padre.

—¿Existe el Cadejo Blanco?

—Sí—Eduardo bebió un sorbo y arrugó la nariz—. Es una deidad maligna. El Cadejo Blanco representa la Muerte, y habita en una cueva cósmica execrable en un planeta extraño del mundo onírico, junto a los deshechos macabros que sueltan las almas... en su inusitado estado de purificación tras regresar a la sinfonía de los espíritus. Es un demonio incapaz de pertenecer al retorno, y se alimenta de los pecados y el conocimiento de aquellos entes que murieron sin avanzar en su evolución espiritual—señaló a Franchesca, bailando al son de las llamas en comunión a su aquelarre—. Ellos adoran y proclaman la reencarnación como un proceso cíclico y evolutivo de elevación espiritual. Las dificultades que pasamos en esta vida, son pruebas para seguir avanzando en nuestra purificación: pobreza, soledad, enfermedad, dolor y aprendizaje—el moreno acarició la cruz del rosario y se persignó antes de verter un trago de anís al suelo, en honor a los espíritus—. Me parece una estupidez. Cuando Jonathan me expuso su teoría acerca de la sinfonía de vida y muerte en manos de la Entidad Primaria... no quise volver a hablar con él.

Samuel sintió el frío traspasando sus rodillas y pensó en el calor de la gran hoguera del culto, y el consuelo de la orgía que tomaba lugar tras la consumación de las regresiones. Su madre pactó con aquellos brujos para reparar el flujo energetico de su cuerpo... a cambio de su vida. Intentó conocer a aquellas personas, y le parecieron elocuentes extraños. Cuando abandonó Montenegro hace cuatro años, entabló contacto con el renegado Jonathan Jiménez, y se adentró en la oscuridad del mundo ignoto y los cultos negros que lo habitaban. Su primer encuentro con una misa negra ocurrió tras un año de búsqueda y persecución...

Tuvo una amante del culto que lo inmiscuyó en la demencia de las reencarnaciones y los secretos del mundo onírico. Realizaron una ceremonia en una iglesia abandonada, bebiendo una infusión tóxica, vestidos con túnicas ceremoniales y entonando cánticos soeces al compás de los tambores, las flautas y los órganos. Esa noche danzaron con demonios arcaicos, egipanes cornudos, nayades voluptuosas y seres descarnados que volaban en círculos, en nombre de deidades quiméricas. Los crisoles de las troneras esgrimían rostros terribles y sombras pálidas...

El primer testimonio provino de un hombre de mediana edad que había entrado en el culto hace varios meses, y le habló a los novicios sobre su primera regresión.

—A veces despertaba en la madrugada, y sentía que no era yo. Los vecinos me escucharon hablar en una lengua desconocida, y... esos momentos de trance gnóstico venían plagados de epifanías sobre una ciudad antigua de torres titánicas que caían en la locura. He soñado con la colosal Babilonia, y tengo revelaciones de vidas pasadas en trágicas muertes. No sé si existan almas viejas, o estemos condenados a revivir eras muertas... El espíritu y la conciencia pueden ser infinitamente más aterradoras de lo que creemos. El universo conocido es solo el cerrojo de un portón fantástico y aterrador, detrás del cual se esconden los auténticos misterios de la existencia.

Jasso Nares convulsionó tras beber del brebaje y sumergirse en el territorio de lo irracional, despertó relatando anécdotas alegóricas.

—Con la Ayahuasca pude sentir y ver la era prehispánica, mirando las estrellas sobre pirámides y paseando en cayuco por cenotes subterráneos. En mi visión, los mayas hacían ceremonias donde usaban plantas para purgarse y contactar con espíritus. Fui un sacerdote que contactaba seres elevados que hallaron la Concepción en busca de respuestas. Meditaba arriba de una pirámide, viendo las estrellas, muchas más de las que hoy pueden verse. No usábamos telescopios: mediamos todo con las manos y otros artefactos. Recorrí el Xibalba, grutas subterráneas donde las voces de los dioses confesaban los secretos del universo. No puedo recordar aquello, ni su ubicación... Lo que sí recuerdo es el olor a copal, las danzas, celebraciones nocturnas, el fuego, las estrellas, el sonido de la selva y su celebración de día de muertos. Una voz femenina me guió en mi viaje por el tiempo. 

—Mi pequeño cuando tenía cuatro años me dijo que cazó a un puma—Karla Cassiani era una mujer muy hermosa de cabello oscuro similar a largos zarcillos curvos—. Le sacó el corazón y lo devoró porque me había matado. Decía que yo fui su hija... y vivimos en montañas muy lejanas hace muchísimo tiempo. Un día que no tuvimos agua empezó a rascar un hoyo en el patio... diciendo que así se encontraba agua. Por algunos detalles que me contó, parecía ser de una tribu o haber vivido en algún lugar bastante inhóspito.

Uno a uno fueron bebiendo la infusión venenosa, y contando sus vidas pasadas tras violentos espasmos. Su amante de cabello rubio y ojos grises le sonreía, y lo acariciaba mientras escuchaban las procesiones. Sam contempló los fuegos fatuos encendidos sobre brazales, y sintió tentación por los hongos alucinógenos y las hierbas quemadas. Veía sombras e hileras de seres híbridos paseándose por la iglesia pétrea... y por momentos, creía estarse desprendiendo de su cuerpo físico, avistando las estrellas moribundas de una galaxia extraña. Se perdía, y regresaba en sueños premonitorios... presenciando escaleras de huesos humanos y una deidad maligna que habitaba en el vacío y lo señalaba con un protuberante turbante grasiento que cubría su inmensa cabeza pulposa.

—Fui una mujer negra que fue secuestrada y esclavizada en las Américas—Sofía León era una venezolana mestiza. Lloró contando las injusticias de su alma viajera, y todas las inclemencias que pasó en las embarcaciones de los esclavistas. Los blancos abandonaron sus muertos al mar, y las violaron hasta que se desmayaron. Vivió una pesadilla tras otra en aquella embarcación, hasta que un español la mató a golpes con un remo—. Tiene sentido... siempre me ha atraído la cultura africana y me da miedo estar en un barco: siempre me pongo ansiosa y deprimida.

Su novia se levantó con la copa en las manos y les habló a los temerosos con voz suave y maternal. 

—Hagan una regresión espiritual. Eso les ayudará a eliminar problemas que no lograron superar en sus vidas pasadas. Yo lo hice y, créanme... te cambia la vida. A veces la pobreza se debe al voto de una vida anterior y si no es roto... es difícil salir de ahí. Hay votos de celibatos que no te permiten amar... Se suelen recordar las vidas más particulares y con eventos significativos que marcaron nuestra evolución.

Una pareja se atrevió a hacer una confesión: Manuel y Gabriela. Se los veía muy unidos con las vestimentas de la ceremonia. Sus ojos poseían un fulgor exacerbado... 

—Hace algunos años hice una regresión, y después mi esposo se unió a este culto conmigo. Pude recordar tres viajes espirituales. En mi vida inmediatamente pasada, fui una niña mexicana que murió ahogada en un ojo de agua por tratar de saltarlo; y en una vida pasada a ella... fui un hombre que abandonó a su esposa e hijos. Y mucho antes de esa vida morí ahogada, tras caer a un pozo en Cuba. El destino es terrible, pero existe una razón. Con mi pareja actual... persiste una ancestral promesa almica. Lo conocí a los quince, él tenía diecisiete y... llevamos veintidós años juntos. Llevamos trece vidas juntos y cuando nos encontramos... no podemos evitar estar juntos. No importa con quiénes estemos... nos separaremos de esas personas para estar juntos. Al reencarnar en una vida donde no estará el otro... morimos.

»En aquella vida pasada donde yo fui hombre y el mujer. Lo encontré cuando estaba casado y con hijos... y abandoné a mi familia por él. En la vida anterior, morí ahogada en el pozo y él murió en la horca como un pirata. Nuestro destino era encontrarnos otra vez, pero no todos los viajeros llegan a su lugar. Él nació en Cuba de padres criollos y se dedicó a la pirateria hasta su muerte. Yo solo lo conocí en la horca cuando lo enjuiciaron, era hija de un tendero y días después de verlo morir, fui por agua a un pozo y me caí. En la encarnación inmediatamente pasada, él aún no retornaba y yo vine mucho antes... por eso morí de niña, ahogada otra vez. Siempre le he tenido miedo a morir ahogada en el mar o en una inundación, y no puedo hacer amigas debido a lo que le hice a aquella mujer que abandoné. A él le da miedo que le toquen el cuello y le duele la espalda debido a las cargas almicas... Nuestras almas deseen estar juntas, y no existe ley natural que pueda detener aquella fuerza que sobrepasa el espacio y el tiempo.

Sam intentó hacer una regresión, su novia estuvo con él todo el tiempo... Bebió de la ardiente ayahuasca y sintió que caía en un vacío infinito. Detrás del velo del mundo vigil, pudo presenciar la oscuridad y los habitantes marginales de la existencia. Un sol pálido brillando en un sistema maldito... Y dos seres titánicos enzarzados en una batalla cósmica. Todo estaba obscuro, y, aunque conocía algunos detalles por el hombre de hielo... no consiguió escudriñar nada. Su pareja le explicó que debía tener algún chakra bloqueado...

Las confesiones y regresiones continuaron, hasta que llegó la hora del Diablo, y no pudieron continuar con las regresiones porque el Cadejo Negro tenía que custodiar la Puerta de los Mundos, y evitar que las entidades del Caos Primigenio salieran a nuestro plano para desatar desastres naturales y demencias. A veces estas fuerzas destructoras vencían al espíritu invisible, y provocaban dolor y tragedias. Todos se desnudaron y se congregaron en una verdadera orgía bajo los efectos de las alucinaciones.

Su novia lo desnudó sin darse cuenta, y lo último que recordó fue que la tenía encima... en medio del furor de los gemidos y la carne. Pero, después estuvo penetrando a una risueña Karla mientras Sofía lo besaba, y le robaba el aliento vital. Las horas transcurrían y se sentía poseído por un vigor impropio  expulsando peligrosas cargas de semen. Los sucubos e incubos se unieron a la tertulia y domaron sus espíritus salvajemente. Fue testigo de incontables alucinaciones en aquellas ceremonias ante la víspera de sabáticos... Las flautas de los egipanes, las charrascas de las ninfas y los aullidos de los gules. La orquesta dionisíaca convocó genios y egregores en busca del vacío... pero, en el fondo seguía asustado por la naturaleza de aquella oscuridad omnubilada que se escondía detrás del abismo liminal de la realidad. El oasis de la antimateria y los seres viscosos que emigraron a las tinieblas posterior al Origen Divino del Todo, y la Separación de los Mundos. Quería conocer más... y cada testimonio iba más allá de lo que Jonathan y los obispos de la Iglesia Católica podían enseñarle sobre los secretos de la formación del universo y los titanes invisibles.

—¿Por qué me preguntas eso?—Jonathan solía fumar en silencio. Su cabello revoltoso y negro caía sobre su frente, con algunos mechones cubriendo sus ojos tristes—. Hay portales a mundos de locura que es preferible desterrar de nuestros pensamientos: la Agenda 2030 de la Corte de Magiares, los dioses exteriores, los secretos del mundo onírico y el verdadero propósito de la vida... según la tesis de la sinfonía de los espíritus—caló el cigarrillo y acarició el péndulo negro de su cuello, junto al rosario sacro con el fragmento de la Vera Cruz bañada en la sangre del Mesías—. Estas puertas holladas a regiones inexploradas donde la cordura es relegada... destruirían nuestra comprensión prosaica del cosmos visible, haciendo de la muerte uns anestesia temporal. Viajé a las Catacumbas de Ciudad Zamora en 2014, y sostuve una larga conversación con una esfinge traída desde las estrellas por una civilización de hombres serpiente en un pasado pretérito. Las respuestas que me concedió enloquecieron mi mente: no puedo estar «hipotéticamente solo» en un cuarto oscuro sin gritar. Presenciar el supuesto vacío del cielo nocturno me provoca náuseas y desvaríos. Cállate, Sam, y no vuelvas a preguntar qué se esconde detrás de las Puertas de Piedra, porque nadie puede soportar aquella aberración cósmica.

Sam había presenciado la apertura de una inmemorial Puerta de Piedra en su pueblo natal tras un incidente entre la Cumbre Escarlata y la Corte de Magiares... La pesadilla de terror que vivió Montenegro tras la abominación que emergió de su letárgico encierro. Un ser titánico y quimérico, depredador cuadrúpedo en el pinaculo de la evolución tras la apoteósica ambición alquímica y científica de los precursores de la humanidad... de crear un demonio inmortal en su antiquísima Guerra Primordial. El último Demonio de la Tierra fue aislado durante cientos de miles—quizá millones de años—, en el silencio sepulcral que dejó aquella catástrofe sin precedentes. Las huellas fueron borradas por un cataclismo gélido que cubrió los continentes con casquetes de muerte blanca. Nelson Arciniega y él, fueron los únicos que sobrevivieron a la abominación que la Cumbre Escarlata liberó de la Puerta de Piedra en las cavernas de Montenegro. Pero, aquella construcción cíclopea de naturaleza ultraterrana se desmoronó tras la ruptura dimensional que provocó la deidad extraña, y los secretos incognoscibles fueron relegados al olvido. ¿Estuvo realmente aquel demonio atrapado en un vacío crepuscular donde el tiempo y el espacio eran leyes inconsistentes... o, vagó durante eones en las bifurcaciones de realidades impías de universos creados por colectivos de mentes y magias oscuras?

El mamífero—aunque por sus atributos parecía más un anfibio, y por su síntesis celular asemejaba un vegetal o un hongo—, desarrollado en las ancestrales incubadoras del pasado lejano... era viejo, pálido, débil... y sus ojos eran cegados por la luz del sol. La Serpiente lo robó con su tenebrosa magia de niebla tras una riña infructuosa... La criatura prehistórica desapareció en manos de la Cumbre Escarlata y los misterios del mundo ignoto. Sam intentó perseguir el paradero del híbrido monstruoso, pero, ni siquiera entablando diálogos con las entidades inteligentes del mundo onírico... fue capaz de rastrear las guaridas de la Cumbre Escarlata. Numerosos códices y hechizos de protección evitaban que los espíritus astrales pudiesen penetrar en los aposentos y las zonas rurales subyacentes. La Iglesia Católica a su vez poseía este sistema de protección que impedía la incursión de brujos en forma astral, y genios invasores. 

Después que Jonathan Jiménez le contó la verdadera razón para la construcción de las Puertas de Piedra, por los estoicos Primordiales... Un saber morboso y malsano por estos artefactos arcanos se apoderó de su mente. Estos portales misteriosos y abyectos, confinados en ciertos puntos del planeta, en sitios intangibles, donde nuestro mundo terrenal se encontraba con el mundo creado por los sueños de los hombres... y los inframundos. Estos lugares atemporales se regían bajo reglas peculiares, y solo se podía acceder a ellos en ciertas condiciones psíquicas y propicias. 

La Bruja de los Sueños encontró a una de estas civilizaciones pérdidas de antiguos astronautas... y, uno de esos cultos de la élite la torturó hasta la muerte para socavar la verdad de sus venas. Sam sospechaba la existencia de una sociedad todopoderosa escondida en las sombras del mundo ignoto... Que se encargaba de desaparecer a los que llegaban «muy lejos» en la comprensión del cosmos. Sabía que sus desaparecidos padres pertenecieron a este grupo elitista, que vestía de negro, se involucraba en accidentes mundiales y poseían genes particulares en la sangre... creando el flujo energético de una sustancia mística conocida como «quintaesencia». También sabía que esta raza provenía de un hogar bautizado Isla Esperanza, y que había contactado con ellos en diversos momentos de conflictos. La Corte de Magiares y sus Sonetistas tenían mil ojos y mil manos... podían leer tus pensamientos para asegurarse de que estés «acorde» con su sistema.

Franchesca Malboro roció la fogata con polvillo azufrado y las llamas se avivaron con una coloración rojiza espectral. Su cabello rubio se tornó naranja y el vestido sangriento que llevaba ceñido con un lazo morado en la cintura... evocó destellos dorados. Sus ojos cerúleos lo escudriñaron con compasión...

—Samuel—le sonrió, con su amabilidad maternal inquisitiva—. ¿Te has deslindado de las trágicas cargas de tu alma y quieres regresar conmigo?

—Lo siento, Franchesca—dijo. Veía bailar a los miembros del culto pagano con exaltación antes de la difamada hora de los diablos. Podía sentir la presencia vaga del Cadejo Negro, paseándose invisible por el tepuye, y olisqueando las presencias humanas de los toldos—. Lamento lo de Teresa... Ahora, eres la líder del culto y tienes más responsabilidades. Sé que lo nuestro pudo haber terminado de otra forma.

—Ay, Samuel—le colocó una mano en el pecho con cierta calidez familiar. Las puntas de su cabello se curvaban hacía arriba como garfios amenazantes—. Estuvimos juntos en dos de nuestras vidas pasadas: fuimos Samael Wesen y Maela Flambée, en una tragedia que se remonta a una historia desconocida... Y a su vez, vivimos muchas desgracias como Sanz Fonseca y Jazmín Curie, en una balada de amor tan triste como cruel. El destino nunca nos permitió estar juntos, y esa fue la razón de que mi aliento siga atrapado en esta etapa de evolución espiritual. «Nunca hemos podido estar juntos, Wesen». Es por eso, que intenté estar junto a ti, pero... Tuvimos que aprender a amar, y para eso hay que deshacernos de la tragedia. No tenemos que repetir el mismo ciclo de nuestras encarnaciones pasadas. No estamos obligados al vinculo. Tus muertes y tus caminos han sido recurrentes a la tragedia... No tienes que repetir incesantemente ese ciclo de dolor. No cargues el peso del mundo. Rómpelo, Wesen... Y viaja más atrás, hasta la Concepción de la sinfonía de los espíritus, y descifra las etapas espirituales en tu purificación almica. Para que tu próxima reencarnación haya llegado a ese estado índigo y celestial al que debemos aspirar. El camino tiene muchos maestros, y requiere de incontables iluminaciones.

»Los Primordiales eran seres altos en cuanto a su vibración porque habían finalizado su purificación... y alcanzaron el último grado existencial. Por eso, nuestra Teresa buscó en lo profundo del mundo onírico los secretos de estos seres en la meseta de las más oscuras pesadillas... y descubrió que existió un proceso de contaminación, y sus dones se perdieron en el río insustancial de la reencarnación. Nuestra líder fue asesinada Wesen, y puede que tu gente esté involucrada... No queremos venganza, solo pedimos piedad. Queremos conocer los secretos nihilistas de la primera civilización del universo, que misteriosamente pereció en nuestro planeta... para trascender al retorno del Origen Divino del Todo, y así, ser parte de la Concepción del Amor. Sé que volveremos a vernos, en algún lugar lejano.

Sam bajó la mirada para ocultar las lágrimas.

—Lo siento, no puedo abandonar a mis fantasmas.

—No voy a obligarte, Sam—la mujer le acarició la mejilla con dedos amables—. Tienes mucha ira, odio y tristeza... Guardas rencor contra el mundo y las personas. No puedo curarte de eso, solo tú mismo puedes hacerlo. Quizás mi destino en esta vida no fue quedarme junto a ti, solo quererte mientras sanaban tus heridas pasadas. Es posible... que sigamos destruyendo este sueño en nuestras próximas vidas. Construimos este sueño de redención con los trozos rotos de nuestros corazones... es muy hermoso, pero tendrá un final trágico. ¡Y te juro que no me arrepentiré! Tu alma es mucho más vieja que la mía... puede que, mucho más vieja que la Humanidad. 

Sam se retiró, pasando junto al Culto Vudú del León, un grupo de negros de ojos vidriosos, calaña degenerada de las tribus africanas tras la hispanidad... que se unió al rito de veneración de las ruinas según los augurios del Convenio de Salem. Al igual que numerosos grupos heterogéneos, los vudú eran descendientes de brujos ancestrales que anhelaron poder y secretos en . Eran los representantes de la organización americana. A su vez, reconoció cultos menores y aquelarres de devotos que se congregaban bajo fuerzas oscuras. Podía recordar que anualmente en Montenegro, se celebraron peregrinaciones a la Montaña del Sorte ante la Víspera de Todos los Santos... para limpiezas rituales, ceremonias de espíritus y bonanzas del más allá. Al menos un centenar de médiums, paracientíficos, taumaturgos, magos negros y ocultistas conformaban la caravana dirigida por el Culto del Cadejo Negro hacía las entrañas de un mundo de espejismos desconocidos y retórico de interminables altiplanicies. 

Sam se sentó junto a María, la mujer se dormía a ratos en un saco térmico. El barón Garmendia abrió un frasco de pastillas, y se las tragó reuniendo saliva. El fauno delgaducho se congeló de terror, abrazando sus rodillas en vigilia por la difamada hora cuando el mundo vigil y el inframundo se encontraban proximos... Vesánico ante la amedrentadora anormalidad de horrores soterráneos allende las fantasmagóricas puertas colapsadas por espíritus y entidades prófugas. 

Eduardo Tunez susurraba a los espíritus en oraciones ininteligibles con el rosario en las manos. Sam había recibí entrenamiento en el Vaticano para entonar poderosas oraciones en arameo antiguo, latín y griego... Distinguía algunos fragmentos de la boca del moreno, pero la sarta de palabras resultó inverosímil. La tierra temblaba... o fue su imaginación constipada por el cansancio. El brujo llegó a un clímax en su penúltimo padrenuestro y empezó a divagar en lenguas muertas. Uno de los leños de la hoguera silbó y estalló en ese momento abrupto... Sam dio un respingo, asustado, hipnotizado por la vehemencia del moreno y su extravagancia de sones en venía sacrosanta. Sabía que Eduardo era un importante ritualista del mundo ignoto, la Cumbre Escarlata y otros cultos importantes lo contrataban para liderar ceremonias de invocación y pactos con entidades semicorpóreas; sirviendo como recipiente u orador de estas fuerzas ultraterranas. Este año, trabajaba para el maléfico Kausell Courbet, un Nigromante italiano que residía en Venezuela y poseía un imperio en el mercado negro del mundo ignoto como traficante de sangre peculiar, esencialina destilada, reliquias sagradas, sustancias alquímicas, grimorios, obras de arte, armas divinas y objetos malditos. 

—Que no te engañe ese mentalista—Douglas fumaba al borde del farallón, siendo azotado por una brisa despiadada capaz de proyectarlo al vacío inminente—. No voy a menospreciar su influencia en el inframundo y los espíritus que logran escapar del perro infernal. Pero... sigue siendo un negro mentiroso.

Sam estiró el cuello.

—¿Dónde está Mario? 

—Borracho, o vagando por allí... Hay, al menos, unas cien carpas de gente enloquecida por la euforia—señaló al moreno con los labios. Aunque hablaba bajo, su voz no parecía influir en el resto del grupo—. Esa cohorte de charlatanes llamados «brujos» dominó el mundo en tiempos pretéritos... y sigue teniendo cierto control, aunque mermado, sobre el psique del colectivo. Religiones paganas regidas por un sabio y su consejo... capaces de influir sobre reinos. ¡Y con el politeísmo mutó a un cáncer virulento! Cientos de iglesias organizadas en todo el mundo, recolectando información personal en confesiones, dinero en donaciones caritativas y mensajes subliminales de control: un cielo para los humildes, y un infierno para los que no siguen las reglas del rebaño.

—¿No crees en lo sobrenatural?

Douglas caló el cigarrillo y exhaló un vaho de nicotina.

—El infierno está aquí, Wesen, nosotros somos los demonios y los animales son las pobres almas torturadas—señaló las carpas con su cigarrillo y amagó una sonrisa torcida. Su manera de señalar y el rictus de la cicatriz en su labio... exhibieron un asco disimulado por las inherentes multitudes. Los incontables toldos, carpas y fogatas... parecían los hongos alucinógenos que brotan en la podredumbre después de una tormenta—. Creía que los Wesen se habían extinto en la Isla Esperanza, pero veo que el experimento funcionó, y puede que tu sangre se haya esparcido por el mundo. Bueno... eso ya no importa. Creo que todos necesitamos alguna excusa para engañarnos y seguir viviendo... El alcoholismo y el ferviente deseo religioso son ejemplo de esa fascinante cualidad humana para olvidar la crueldad e inmensidad del universo que nos rodea. Es sencillo creer en dioses, en reencarnaciones o... en el amor; cuando nuestra realidad es incomprensible y la eternidad dura solo un segundo. 

—No te entiendo...

—Fui un Sonetista. He visto suficiente crueldad en el mundo como para... pensar que existe suficiente castigo después de la muerte o dioses benevolentes que se apiadarán. Solía ir mucho a una ciudad cuyo nombre no recuerdo, investigando a un culto que ofrecía sacrificios humanos a un dios maligno con cabeza de ciempiés... Conocí a un chico muy alegre y divertido en uno de esos países esclavizados. Su madre estaba enferma, y tenía que cuidar a sus hermanos mientras trabajaba. A su padre lo asesinaron cuando tenía quince años para robarle su automóvil. Dejó la universidad para trabajar—Douglas sonrió y acercó el cigarrillo a sus labios—. Ganaba unos diez dólares al día... Y siempre lo veía cansado, y preocupado en cuestión de estirar su dinero para sobrevivir: pagar el arriendo, comer, medicinas. Yo siempre iba al restaurante donde trabajaba hasta bien entrada la madrugada, y pedía dos batidos... uno para él y uno para mí. No me daba lástima o algo así. Es solo que... yo lo hacía reír con mis anécdotas y era la risa más triste que había escuchado en mi vida. Estaba dejando de vivir su vida para sobrevivir... ¿Y la felicidad qué? Gané cuatrocientos mil dólares por cada brujo que maté en ese pueblo. ¿Me estás siguiendo? Existen las familias atiborradas de dinero que perviven en la cima de la pirámide, bajo la influencia de los Sonetistas... y las familias que juegan en el barro para no llorar por su miseria.

—¿Qué son los Sonetistas?

—Los hijos de la Isla Esperanza—sonrió, horroroso—. Se han apoderado del mundo cumpliendo las profecías de Nostradamus. Granjas de clones humanos... La Agenda 2030 que se cumplirá en diez años exactos. La deshumanización e infantalización del mundo... Los brotes de ansiedad y la depresión constante para destruir los receptores de dopamina—apretó la mandíbula y le pareció que sus ojos oscuros brillaron con un destello cerúleo—. Podría explicar todo el daño que le hemos hecho a este mundo... Pero, no quiero explayarme contando las razones.

Un olor a cuero viejo y tormentas invadió sus fosas nasales. Sam miró el cielo despejado, y pensó que aquello era imposible. No supo cuándo se quedó dormido. Miró largo rato las constelaciones y tuvo pesadillas con sombras sangrientas y dioses con cabezas de animales en un valle silencioso con una alfombra de huesos enmohecidos extendiéndose sin límites por toda una cresta accidentada de gargantas recortadas por la erosión de un cauce. Varias franjas se extendían, y estos seres quiméricos proferían gritos indescriptibles y horripilantes. La Serpiente abría las Puertas de Piedra y los gases miasmáticos del interior brotaron con la pestilencia de un millar de cadáveres... Los mausoleos se abrieron, y de ellos emergieron raudales de sangre envenenada y engendros híbridos, viscosos y bituminosos, soplando flautas macabras de trino. El sol se tornó rojo, y el Ojo de Meridiano trajo consigo cien mil días de tinieblas y abominaciones descarnadas.

La radio improvisada que Eduardo traía consigo vomitaba una estática blasfema y una contaminación de ondas extrañas... parecido a los residuos de un universo abominable, aniquilado por seres destructores tras una guerra de helio e hidrógeno flagrante que envolvió las constelaciones nebulosas. Los peregrinos levantaron sus toldos y carpas a primera hora de la mañana... y dispersaron las cenizas para descender por la pétrea escalinata tallada por manos negras desde la abrupta formación geológica hasta los senderos vírgenes de la selva espesa. El cielo añil era impoluto y el sol pálido reflejó centellas en el horizonte celestial. La emisora captaba las frecuencias superfluas de la transmisión a escala mundial desde antenas desconocidas. Se dice que las revueltas comenzaron el año pasado en la caótica revuelta de una refinería de azúcar mexicana... y se extendió por el sur de América como una odiosa lepra.

—Hemos soportado la reclusión perpetua de nuestra existencia, y la marginación en la historia—era la voz de Joel Arciniega. La Bestia Albina que desencadenó confusos casos de asesinato en Montenegro, muy a su pesar, presenció como aquel tenebroso hombre le arrancó el rostro a una joven para devorarla viva en su forma carroñera de lobizon huargo. Su voz etérea llegaba desde la caja plástica en un discurso conmovedor con ápices conflictivos—. ¡Nuestras voces nunca más serán silenciadas por los poderosos! ¡Hemos de seguir marchando a las capitales e imponiendo nuestra furia para que no seamos castrados y deportados de nuestras tierras! ¡Somos sus hermanos desde el comienzo de la época humana! ¡Estamos en todos lados y juntos podremos hacer cambiar este mundo indiferente! ¡Seamos una sola voz de cambio contra la corrupción de los poderosos y su calumnioso acaparamiento de libertades! 

El discurso continuó... seguido de los murmullos de Eduardo con miembros de otros cultos y viajeros que arrojaban noticias de las revueltas. Una supuesta pandemia se extendió desde Oriente con alas membranosas de murciélago, pero... muchos estudiosos de lo oculto aseguraban que no existía tal brote psicótico. La verdad la conocían los poderosos, que manejaban los hilos en la oscuridad para mantener las ciudades aisladas y los medios silenciados con la prolongación de una estricta cuarentena. Cientos de muertos de ambos bandos caían en cada destructiva marcha liderada por los terratenientes de Joel Arciniega. La última vez que habló con Nelson Arciniega, tras un furtivo encuentro en un mercado negro de Marruecos... su viejo amigo le contó que su familia se estaba preparando para un movimiento revolucionario.

En tiempos pretéritos, Nelson y él entablaron una fuerte amistad nacida de los terrores que coexistieron en Montenegro. Las familias de Cambiantes de Venezuela se arracimaron en aquel pueblito montañoso durante décadas, conviviendo con los espectros que emergían de las puertas vacuas del mundo onírico, y la confluencia de la Montaña del Sorte capaz de atraer brujos negros de todas las Américas en un aluvión de supersticiones y festividades. Después de la masacre que cometió la Cumbre Escarlata, disfrazada de un supuesto temblor de tierra y deslizamientos... El avezado Joel Arciniega proclamó un discurso de fraternidad para los Cambiantes, que por muchos años sostuvieron riñas en las sombras, para unirse contra las cláusulas que la Corte de Magiares dictó en sentencia a su inusitada existencia. Sam huyó de Montenegro precisamente hace cuatro años, y se unió a la sede de la Iglesia Católica en Caracas, a través de Jonathan Jiménez y el diácono Pablo... donde conoció en persona al guerrero espiritual del Movimiento Revelaciones y fue bautizado nuevamente por la Junta del Tabernáculo como un discípulo. Su entrenamiento y lucha contra las fuerzas oscuras del mundo ignoto lo llevó a refugiarse en Roma y recorrer diversas partes de la vieja Europa, la misteriosa Asia y la desconocida África.

Jonathan trabajaba en nombre del Movimiento Revelaciones, una alianza representativa entre la Santa Iglesia Católica y la Fundación Trinidad, para combatir a las entidades y seres anómalos que escapaban al orden natural del planeta. Durante cuatro años de travesía recorrió parajes sombríos, sembrados de misterios y mercados de magos negros. Escuchando los rumores de los Cambiantes y sus turbulentos movimientos en una guerra secreta...

Joel Arciniega lideró a los Cambiantes desde la asamblea en Montenegro, y sus oratorias reunieron un conglomerado de distintas familias y comunidades autónomas, que se desplazaron tras levantar la incertidumbre en los espías del mundo ignoto. Después de acontecimientos vampíricos y persecuciones para cruentos interrogatorios... Los cabecillas se escondieron en las fronteras de Colombia y Brasil, mientras que el ejército se dispersó por todas las Américas en una migración masiva para reclutar a todos los congéneres marginados en un poderío con divisiones, resentimientos y conflictos. Dos años después de la declaración, los mensajes de Joel llegaron a medio mundo y se volvían a difundir con los intentos de frustración de la élite. Fue a principios del año pasado, que el gobierno del presidente Björk ordenó la captura de la Bestia Albina. Para entonces, ya se hizo patente el eco de la revolución en América Latina y... ocurrió lo peor. Un nefasto accidente en una fábrica de pescado de las costas de Ecuador, provocó que tres personas aparentemente corrientes y puritanas, mostrasen si verdadera naturaleza: seres viscosos, cubiertos de escamas cerúleas, aletas prominentes y branquias... Los tres empleados conocidos en todo el sector, fueron quemados vivos por el pandemónium de trabajadores asustados. Aquello encendió el chispazo de la revolución, y una turba heterogénea dirigida por aceitunados indios marchó por las sierras hasta la capital... y mostraron sus pelajes, colmillos y garras a las multitudes. Una revuelta encabezada por Jean Pierre, jóven y moreno, convertido en un monstruosidad manchada parecida a una jirafa demonio... en una procesión de disturbios junto a toscos linces, tigres, guepardos, canes de distintas razas, seres alados y reptilianos variopintos. Los Sonetistas jugaron sus cartas a tiempo, y asesinaron en raudales a aquellos pseudohombres mientras el presidente huía en un helicóptero. Los periódicos del mundo publicaron la desgracia: «Cientos de muertos en Ecuador tras inundación y deslaves». La riada y las tormentas eléctricas no se pudieron negar... pero, los sobrevivientes informaron a la Bestia Albina de misteriosas figuras vestidas de negro lanzando relámpagos verdosos a la nubes oscuras, minutos antes de precipitaciones magníficas y destructoras dignas de huracanes catastróficos.

Joel entonó un mensaje de rebelión tras la muerte de sus compañeros, y las llamas de la insurrección embravecieron la marea de acontecimientos posteriores. Los Cambiantes olvidaron sus pletóricas rencillas y se unieron como comunidad para afrontar las persecuciones y sufrimiento. Docenas de protestas en las ciudades más importantes de América Latina. Una explosión en una fábrica de Libia como supuesto terrorismo de parte de un grupo de hombres rata. Un obispo reveló su forma de alicanto pardo, y se prendió fuego frente al Miraflores, residencia presidencial venezolana... tras violentas protestas contra la corrupción y el robo de fondos públicos. Pruebas de sangre en Rusia, Alemania y Rumanía. Cierre de fronteras y negación de visas a los «parásitos sociales» que arruinan los grandes países. Joel marchando por las calles de Buenos Aires convertido en un monstruoso canuto blanco de ojos llameantes, junto a un millar de Cambiantes destrozando obras públicas y vociferando su humanidad. La guerra en Medio Oriente y los grupos terroristas destruyendo obras antiguas, «supuestamente» apoyando a los Cambiantes según Björk y Joel negando aquello para desacreditar su credibilidad. Tiroteos en discotecas y colegios por «hipotéticos Cambiantes excluidos», implicando su alienación psicótica ante la sociedad. Miles de familias marginadas y acribilladas en plazas por los opositores de la supremacía blanca. División y exclusión de este estrato social de monstruos ocultos entre el púlpito. Un camión atropelló a una veintena de Cambiantes que esperaban a sus hijos fuera del colegio... Migraciones masivas, vagabundos, negligencia social y ataques racistas. Un policía en Estados Unidos mató a un joven afroamericano, y una protesta encendió las redes sociales para ocultar la ferviente rebelión de pseudohombres. Según el líder de los Cambiantes, todo fue actuado por las élites para aislar su lucha. Muchos de los Cambiantes que ocultaban su verdadera naturaleza, hasta de sus cónyuges, fueron descubiertos con pruebas de antígenos y enviados a campos de concentración de una estricta confidencialidad en montañas aisladas. Millones de niños desaparecidos en todo el mundo... y las múltiples acusaciones de canibalismo achacadas a estos seres inhumanos. Brotes de ébola, sida y gripe aviar en África. Jean Pierre convocando una invasión al Área 51 para desentrañar las investigaciones que llevaban los gobiernos mundiales al diseccionar familias enteras de pseudohombres. Adicciones a los opioides y el endeudamiento del presidente Björk con la Reserva Federal... El precio de la cabeza de Joel Arciniega asciende a las siete cifras. 

Cultos de magos negros hirviendo en el mundo ignoto con cientos de rituales de invocación y ceremonias, aprovechando el sufrimiento como catalizador de entidades oscuras. La isla de plástico en el Pacífico alcanza el tamaño de Francia... Huracanes catastróficos que aparecen y desaparecen en el Atlántico. La primera crisis de insumos en Australia por cierre de puertos marítimos. El mayor fenómeno de avistamientos de extraterrestres en la historia. Una revuelta en Marruecos por Cambiantes en condiciones de esclavitud moderna. La gigantesca farmacéutica china advirtiendo de una crisis de salud por el descuido sanitario de las aerolíneas. Tormentas de arena asolando los desiertos más grandes del mundo, y el surgimiento de mausoleos antediluvianos con secretos aterradores. El retroceso de las regiones polares por el calentamiento global, y la horrible predicción del cambio del campo magnético y las corrientes marinas que podrían desencadenar una extinción masiva. Los sofocos de parte de grupos racistas contra los Cambiantes en sangrientas guerras civiles. Un profesor que llevaba treinta y dos años enseñando física y matemáticas en un colegio católico de Italia, fue descubierto por una alumna al tomarle una foto descuidado mientras exhibía cierta coloración amarillenta en las iris, y fue acribillado por la policía hasta que se reveló que era un reptiliano de escamas grises. El supuesto vídeo de un hombre que llegó del futuro para advertir de una holocausto nuclear. La caída de internet por seis horas tras la publicación de una noticia en vivo donde una secta de masones decapitaban a tres licántropos como aberraciones del universo. Joel haciendo un llamado a Europa, diciendo que una élite lo está persiguiendo y que deben tener cuidado de todo lo que consumen. Algoritmos de redes sociales estudiando a los individuos para crear estructuras de colectivos... Cámaras y micrófonos en cada rincón habitado. Una sociedad secreta que tiene mil ojos y mil manos... Los hombres de negro. La Fundación Trinidad recopilando una cantidad importante de objetos anómalos procedentes de un desorden atemporal. La treintena de muertes tras un atentado con explosivos durante una marcha de Cambiantes en Inglaterra... y las posibles heridas de Joel Arciniega y sus familiares en el radio del kamikaze. Protestas en Hong Kong... El incendio del Notre Dame para esconder los rituales de sacrificios humanos en conmemoración a un ceremonial ancestral. Un gran número de personas en todo el mundo aseguró soñar con un Hombre con Sombrero que les ofrecía cosas o los intimidaba con tratados. Un ritual de santería en un antiguo campo de batalla de la Guerra de Independencia de Venezuela... donde se enterró el cadáver de un león. Un terremoto despiadado pone alerta al mundo tras la posible activación del Cinturón de Fuego. Se descubre una red de pedofilia dirigida por poderosos magnates... Granjas de clones con propósitos siniestros que implican un nuevo compuesto en la sangre de ciertos individuos. Un tiroteo en un supermercado por un histriónico que creía reconocer a los Cambiantes. Protestas en Hungría organizadas por los seguidores de Joel, queriendo combatir el racismo y la xenofobia que impera en el mundo. Crisis en los mercados globales. Una telaraña que envuelve el mundo, y las arañas que se alimentan de los sueños...

Un año fatídico y la lucha por los derechos de los Cambiantes. Desde que comenzó el ciclo, una extraña enfermedad se extendía desde Asía con virulencia alarmante. Días antes del asesinato de Teresa Santa Cruz, la Organización Mundial de la Salud decretó una cuarenta planetaria... y las fronteras de todo el mundo se cerraron. Ciudades importantes fueron aisladas y el silencio era aterrador. Se decía que los hospitales estaban a rebosar de enfermos, y cada día se quemaban cientos de cadáveres en fosas comunes. Joel llamó a sus partidarios para desacreditar tal mentira, y planeó una marcha en Turquía. Le parecía extraño que la Cumbre Escarlata no hiciera mención en todo aquel caos de sucesos, pero presentía que eran los hiladores de tal cadena... como los productores detrás del escenario.

Eduardo sostenía la pequeña radio mientras cargaba con sus pesados fardos en descenso por la escalinata de piedra a la meseta accidentada de árboles espesos y silvestres, acorazados con robustas carcazas de corteza reseca y raíces protuberantes que sucionaban el veneno de la tierra. Los siluetas de aquellos centinelas eran retorcidas y humanoides, con ramas extendidas en petición por clemencia a dioses crueles... y su extraño aroma avinagrado solo podría explicarse ante la exposición prolongada de terrores reactantes que emergían de regiones plutónicas inexploradas. El valle accidentado se alzaba abruptamente, o se hundía en cavidades hoscas... como si las mazmorras de algún mausoleo antiguo se hubiesen derrumbado en el subterráneo. No le sorprendería encontrar aberturas a cuevas que escapan a su esfera de horror concebible, y la extraña leyenda indígena de las alimañas aladas que habitaban en los sepelios abandonados... no era descabellada e insuflada de superstición, en contraste con el paisaje deformado. En una época paleolítica, o mucho más prehistórica... coexistieron estas especies de pseudohombres que llegaron a nuestro mundo por un túnel de jaspe; y su presencia podría permanecer grabada en las inquisitivas cavernas y criptas malditas por sus fantasmas.

—Mientras más nos adentramos a la espesura—Eduardo bajó por el despeñadero en procesión, detrás del silencioso Culto de Meridiano—. El mundo onírico se va alineando con nuestro mundo en una superposición de planos. Es tal la fisura, que los habitantes de los sueños de los hombres pueden atravesar nuestro mundo... y podríamos perdernos en tierras desconocidas nunca holladas por seres irreales, salvo por mentes brillantes.

Sam descendió acompañado del Barón Garmendia, siendo un somnoliento viajero independiente, pero los acompañaba en su aventura... El Culto de la Serpiente Emplumada les pisaba los talones cargando su instrumentaría. Mario seguía desaparecido, pero se les volvería a unir tarde o temprano... Los que cerraban la caravana eran paracientíficos cargados de equipo tecnológico para el estudio de lo sobrenatural. 

Pensó por un momento en las pesadillas encarnadas que emergieron de las puertas sulfurosas... y las sepulturas abiertas de los espíritus del Averno. Había presenciado el surgir de las entidades malignas en las mentes de los posesos durante los exorcismos que vaticinó Jonathan, pero una cosa era atestiguar la manifestación de entes... y otra, el encarar a las seres indescriptibles que nacían del inconsciente colectivo y los terrores primitivos de la Humanidad. Los sueños son poderosos, algunos pueden manifestarse... y convertirse en egregores desfigurados; sordos y estúpidos.

—Tu resentimiento contra el Mago de los Espejos te vuelve vulnerable—Jonathan solía fumar par de cigarrillos después de un complicado exorcismo. Esta vez, fue una niñita negra de diez años que estaba siendo atormentada por un duende y los espíritus de sus vecinos santeros—. Algunos Caídos que escaparon del retorno son capaces de indagar en tus pensamientos para manipularte... Y dirán cualquier cosa para seguir perpetrando sufrimiento. No soy la persona correcta para decirte esto, Wesen... pero, tienes que renunciar a la venganza y el odio contra la Cumbre Escarlata. Ellos te hicieron mucho daño, y te proteges con eso... Usa una máscara de Murciélago, y solo eso conoces de esa persona. La Cumbre Escarlata utiliza falsas identidades para que sus miembros puedan inmiscuirse en cualquier lugar y actuar, sin provocar su mención. No confíes en nadie... 

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