Capítulo 3. Cien Mil Días de Tinieblas

Capítulo 3: El Metafísico desaparecido...

«17 de Octubre, 2024».

—Es muy ilógico. La misma vida que me doy ganando diez millones de dólares anuales, se la puede dar cualquier persona con cien mil dólares al año. Y mucho menos, porque... sabes que estoy exagerando.
—No tiene sentido, ¿verdad?—Marcel abrió la cajita de píldoras antidepresivas y esperó que la lumbre del cigarrillo de Douglas se consumiera para pasarla un par de pastillas con coñac—. Este mundo desigual me enferma: los que tienen tanto dinero que no saben qué hacer con él... y los que deben hasta la forma de caminar. ¿Cuándo el mundo se consumió en este caos de plutócratas egoístas? En mis misiones, he visto mansiones estrafalarias tan grandes como castillos... habitados por cerdos, y... casas mediocres pobladas por seres decrépitos. Cada quién vive en su infierno... o paraíso.
Su primo Douglas asintió, y encendió otro cigarrillo rojo. De todos, aquel hombre de espantosa cicatriz en el labio era el único familiar que llegó a considerar cercana. Douglas Corne d'Or sabía muchas cosas... por eso lo desaparecieron. Quizás por aquella horrible razón, Geraldine Louvre también huyó... para no conceder ante el destino que la Corte de Magiares auguró para él. Todo pecado cometido en la Tierra se paga en ella...
—Marcel de la familia Corne d'Or—Veronica Flambée sondeó en lo profundo de su mente con sus ojos dispares. Era un palmo más alto que él, y no podía mirarla sin temblar—. Eres joven, demasiado. Y la mutación en tus genes Furya han alterado el funcionamiento de tu cerebro... Un inestable neurodivergente. Me pregunto... ¿Por qué no te descartaron como defectuoso? Creí que en la Isla Esperanza estaban prohibidas las deformidades.
Marcel cruzó los dedos sobre su vientre y se sintió incómodo.
—El Departamento de Investigación está estudiando lo anomalía genética de mi cerebro.
—Hablas muy bajo para ser hombre... No te escucho—se acercó y su aroma a licor lo estremeció. No le gustaba estar tan cerca de las personas, ni el contacto físico—. Repite lo que dijiste. No importa, con solo tocarte puedo leer tus pensamientos sin necesidad de articular palabra. Tienes una gota de Flambée, y—revisó los expedientes—... En tu acervo contienes sesgos de sangre Daumier, Louvre y Escamilla. Tienes un talento inhumano para la Evocación Elemental de Corrientes Energéticas. Se te ha puesto a prueba en el mundo exterior, y los resultados bajo presión son desconcertantes con el perfil de tu psiquismo. ¿La medicación te ayuda? No has cometido ningún accidente, es decir... no has matado a ninguno de tus compañeros por «error»—sonrió al decir esto último y afincó el agarre de sus largos dedos sobre el hombro de Marcel. Podía sentir todo su nerviosismo y ansiedad—. No disfrutas matando personas, y aunque tu mente es frágil como el vidrio... Encuentras la forma de mantenerte unido. ¿Desde cuándo no escuchas las voces? Antes de dormir te asustan... Pues, es imposible que desaparezcan completamente.
Marcel extrajo el frasco plástico de su jersey oscuro y sacó una de las pastillas amarillas. Reunió saliva en la boca y la tragó con esfuerzo... El despacho tomó forma a su alrededor como una caricatura de madera vieja y cortinas oscuras. Estaba solo ante el recinto desordenado y reinaba un caos depravado. Un verdadero pandemónium de papeles se arremolinó en el suelo, las sillas estaban destrozadas y el escritorio fue volcado. Los archiveros derribados desparramaron su ictericiado contenido ignoto. Los extraños dibujos a grafito tapizaron las paredes con obscenidades y encarnaciones de figuras horribles. El despacho de Geraldine Louvre en Buenos Aires, era, a su manera, un vistazo al pasado pictórico y las pesadillas de los crueles dioses de ciudades inmundas.
Marcel revisó los documentos en los ficheros.
Desde que Anastasio Fonseca, el Archímago del Hielo, fue desenterrado del lago Aguamiel a orillas de la nefasta Rocca Helena... El rumor de la existencia de aquellos seres vetustos se hizo renombre en los departamentos. El metafísico recopiló casos de los Demonios del Frío en todo el mundo: sus leyendas, historias y testimonios más convenientes... y abrió la investigación desde la vanguardia. Sus archiveros contenían fotografías y bitácoras de las cordilleras de los Andes y regiones plutónicas, del occidente de América del Sur. Según los relatos recopilados por el hombre, los demonios de naturaleza desconocida se escondían en ciertas cavidades de la cordillera continental más larga de la Tierra. Las leyendas de espectros y deidades que acontecían catástrofes atmosféricas iban desde Venezuela, Colombia y Ecuador; hasta el centro, atravesando Perú y Bolivia; teniendo su actividad más acentuada en el sur, el punto más extraño convergía en la frontera natural entre Chile y Argentina. Bullía de avistamientos de objetos voladores, gigantes de tormentas eléctricas y extrañas formaciones en el cielo; en aquella región, que alberga los volcanes más altos del planeta, y un sin número de tubos de lava que escarban las entrañas de la tierra como los residuos de inmensos gusanos purulentos. Le tomó más de seis años el recopilatorio de tal cantidad de información, y las fotografías eran prueba suficiente del terror que escondían las cavernas, y las tormentas que golpeaban el punto más alto del macizo: el Aconcagua. La Corona del Cinturón de Fuego del Pacífico.
Marcel levantó un gabinete deshecho y detalló las fotografías que tomó la expedición a la cima de aquella montaña nublada. «29 de Febrero de 2019. Cima del Aconcagua a la medianoche»... Lo que descubrió en la tintura de la captura hizo que su temperatura descendiera diez grados y se cuestionó la veracidad de la creación: una sombra borrosa formada por neblina miasmática se alzaba frente a un hombre embutido en abrigos que parecía sostener un equipo de grabación. La antropomorfa silueta neblinosa era más alta que ninguna especie conocida... y parecía estar coronada con astas de esquirlas. Pero, lo más aterrador, aquello que lo hizo cuestionar su realidad... fueron sus ojos brillantes, que refulgían como las estrellas moribundas de una galaxia muerta.
«Contrario a mi teoría, los Demonios del Frío parecen ser entidades corpóreas, o... la sustancia de sus cuerpos es capaz de cambiar de estado—leyó el reverso de la fotografía—. Brian, el camarógrafo de la fotografía, murió de congelamiento cuando intentó grabar de cerca al "visitante". Lastimosamente, la grabación no se pudo recuperar».
El metafísico Geraldine estudiaba la naturaleza enigmática de estos seres, y su estadía en el planeta junto con los roces de las civilizaciones. Los textos más antiguos contenían una caligrafía pulcra, y cursiva... pero, a medida que el sepelio de aguanieve lo iba rodeando... sus escritos describían una locura exacerbada y la evidencia de un efervescente alcoholismo se dejaba entrever en sus borrones y párrafos sin sentido. La misteriosa desaparición, y su persecución de lo sobrenatural... Ahora, era un desertor y sus secretos debían desaparecer de la eternidad junto con el legado de los Sonetistas. En sus escritos hacía mención de los Libros Malditos de la Creación y pactos con entidades oscuras para oponerse ante una fuerza primigenia mayor e indetenible. Por lo que había escuchado, la isla resguardó el Libro de los Grillos, pero su poder maldito fue encerrado de manera que los secretos de su contenido eran legados a otros tiempos. Las solicitudes que el Metafísico envió a la Corte de Magiares le costó las insignias.
Marcel tomó uno de los ensayos del escritorio volcado y se interesó por el título. Estaba a punto de otear el depravado contenido cuando Melissa lo interrumpió.
—¿Qué hacemos con toda la papelería?—Dijo la morena, en un machacado francés. Su voz era muy suave, y baja... casi no hablaba.
Marcel bajó la mirada y las manos le temblaron. Abrió la boca para decir algo, y la cerró... Pensó en sus palabras mientras apretaba los puños.
—El Departamento... de Preservación...
—Bien—la chica buscó sus ojos, pero falló—. Está... bien.
No sabía mucho de Melissa, salvo que era el producto de una inseminación inusual que portaba genes Furya en una nueva mezcla genética. Era colombiana y su madre la vendió a la Isla Esperanza  para ser convertida en una Sonetista. Le contaron que su madre pertenecía a un aquelarre y que fue concebida en una misa negra tras un pacto. Melissa siempre estaba tensa, nerviosa, despeinada, somnolienta y muda. Era la compañera perfecta para un imperfecto.
«Nosotros... estamos comprometidos» recordó con nerviosismo. El sistema de emparejamiento de la Isla Esperanza aseguraba una progenie capaz de heredar los mejores genes para mantener pura la quintaesencia. Los varones que contenían una sopa genética valiosa se convertían en proveedores de semen: sementales modernos; y las mujeres idóneas con cualidades perfectas, eran clonadas para ser incubadoras hasta que los telomeros se evaporaban.  La ceremonia de emparejamiento fue enfermiza y formal... Un traje rojo, un vestido morado, un anochecer de fiesta orgiástica y una canción de  medianoche de Courbet.
El encamamiento fue incómodo, y lloró, porque no quería estar allí... y ella vomitó cuando se quitó la camisa.
No consumaron el matrimonio, solo se recostaron de espaldas... esperando el amanecer. Estaban rotos, era difícil ser un alma solitaria en un mundo sin amor. La idea del sexo no lo abrumaba, le gustaba la masturbación y los cristales de orgasmos... pero tenía miedo de mostrarse completamente a otra persona. Ante sus ojos acusadores, y las voces en sus tímpanos retorcidos.
Llevaban tres meses casados y ni siquiera podían verse a los ojos sin temblar... Mantenía la mentira por ella, sabía que no soportaría la inseminación artificial. De alguna manera, estaba acostumbrado a Melissa, compraba por la codiciosa familia Louvre, para enriquecer su acervo genético. Sabía que habían dos, o tres clones de ella en funcionamiento como incubadoras.
Se preguntó si un clon suyo sería igual de lunático... o sería normal y aceptado. Los Corne d'Or siempre fueron estrictos, y nunca cumplió con sus estándares... Siempre fue el mutante desgraciado y volátil. Los isleños odiaban las deformidades y muchas veces lo apodaron Azazel el Loco, como su ancestro Asdrúbal Corne d'Or; mago negro del pasado. Burlas, golpizas, risas, empujones, voces, maltratos, regaños, comparaciones, soledad, llantos desesperados y...
«La Interminable Tormenta del Catatumbo». Leyó el título del ensayo, intentando olvidar los insultos que regresaban en episodios de euforia. Tenía los antidepresivos, y los supresores del gen... Para incapacitar sus conexiones cerebrales de posibles aluviones de espectros y voces etéreas del vacío. Los médicos creían que concebía algún trastorno similar a la esquizofrenia y la pérdida de realidad... pero, con el tiempo concluyeron que sus neuronas eran capaces de percibir y decodificar cacofonías de baja frecuencia y espectros de radiación que escapan al ojo humano. Su mente era un licuado que debía ser estudiado a profundidad... Era capaz de percibir las corrientes energéticas como líneas silbando en el espacio, y... en algunos casos, fue capaz de atisbar engendros y sombras desconocidas.

Los terrores nublados en la cordillera andina son infinitamente menos perturbadores que los secretos que desenterramos de las cavernas herméticas, y las sepulturas de eras antediluvianas. El lago de Maracaibo en Venezuela, posee una extraña formación geológica que propicia las tormentas eléctricas, se estima que ocurren alrededor de trescientas tormentas al año y que el aullido del viento en tiempos extraños... es parecido al lamento de un animal moribundo. Durante las obscuras noches de tormentas, cuando las aguas oleosas son mecidas, descaradas, por embarcaciones fantasmas de épocas difusas... Hemos sido sorprendidos por los resplandores blancos que envuelven al mundo, y nos dejan ciegos y sordos. Una de las anomalías más extrañas de estas tormentas eléctricas transcurren durante el resplandor mortuorio, durante un segundo de ceguera, algunos de nosotros parecen avistar sombras horribles reflejadas sobre el agua a ciertos ángulos de observación. El lago nunca ha sido investigado a profundidad, pero no se niega la existencia de seres retorcidos en su fondo viscoso. El fenómeno de las sombras demoníacas al momento de la centella, y que solo pocas personas sean capaces de avistar este suceso... me hace preguntarme la naturaleza exacta de algunos seres intangibles. Sé lo que vi en la cima de la cordillera Andina del Aconcagua, y las leyendas indígenas de esta región describen seres de tormentas que raptan a los humanos en forma de ofrenda por una especie de pacto antiguo. En los tubos de lava de los Andes encontramos arcaicos pictogramas que no pudimos descifrar: retóricos cometas, constelaciones, monstruos quiméricos, seres antropomorfos escamosos y razas seudohumanas que creíamos imposibles. En uno de las cavernas hallamos figuras humanas talladas en la pared geológica, en reunión con seres horripilantes coronados con astas. Pudiendo tratarse de entidades físicas o gases congelados. La imagen sugería un pacto antiguo, pero debido a su edad y erosión... No pudimos descifrar su contenido incognoscible. Desconozco tal tratado, y la naturaleza de los Demonios del Frío, pero estoy seguro que la auténtica maravilla y terror de este mundo... se esconde en las páginas del Primer Libro Maldito de la Creación: el antiguo, e inmortal, Libro de los Grillos escrito por el Culto de la Ciudad de los Huesos.

Marcel continuó leyendo las divagaciones del Metafísico sobre avistamientos de seres de niebla y sirenas en el lago. Melissa continuó sacando las cajas con recortes para arrojar alguna señal del paradero de Geraldine Louvre. Los recibos de luz, agua e internet se apilaban en el basurero. Buscó fotografías, números telefónicos y correos de los contactos del hombre, pero todos habían desaparecido misteriosamente. En un envase metálico encontró cenizas y restos de telegramas calcinados. Finalmente, encontró varias cartas escondidas en el fondo falso de un gabinete, referidas a una persona en cuestión que se creía vaporizada. Leyó una de las cartas más desconcertantes, dirigida aquella persona nefasta:

La Mano Izquierda me está persiguiendo para asesinarme. He encontrado lo que finalmente buscaba, arrojando luz a la oscuridad de la historia del mundo... y los horrores cósmicos que se esconden detrás del velo negro del cielo nocturno. Ellos lo saben, me encomendaron la investigación para llenar las lagunas de información... pero no podrán esconder la verdad. No de mí. A veces me costaba entender las cosas que me decías, pero los Mundos Posibles están conectados... Todo forma parte de una sinfonía interminable de vida y muerte. Las estrellas, las entidades del río cósmico y las almas encarnadas en seres vivientes. Me llevaré mis manuscritos más importantes hasta donde estás tú... para que podamos unir los hilos. No dejaré que la Mano Izquierda destruya el ciclo... porque tanto la Cumbre Escarlata como ellos, están por echar cenizas ardientes al océano de pólvora. Es inminente, Jonathan, lo que trama el culto podría arrasar con todo lo que conocemos como vida.
«19 de diciembre, 2022».

Marcel frunció el ceño. La carta fue escrita dos meses antes de su misteriosa desaparición de la Corte de Magiares. Por lo que sabía, la Mano Izquierda era la facción conservadora de la Isla Esperanza, mientras que la Mano Derecha era radical... ¿Por qué los Conservadores Teístas irían detrás del Metafísico? La cabeza en la botella tejía sus redes de sueños en todo el mundo... Corrodo Gini ejecutó la orden de vaporización un año después de su fuga.
Geraldine Louvre encontró la verdad escondida del mundo y debía ser eliminado.


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